Tengo extraños sentimientos, tengo miedo y
no me da vergüenza admitir ese sentimiento, ya os conté que el miedo paraliza.
¿A que tengo miedo?
Tengo miedo al fracaso, tengo miedo a
defraudar a quien apuesta por mí, y a veces ese miedo me lleva a pensar que ya
no merece la pena y los que están a mi alrededor tiren la toalla por mi
inseguridad frente a circunstancias complicadas, que no lo son tanto, ellos no
lo ven así, pero los toros desde la barrera se ven muy lejos.
Cuando te enfrentas a situaciones que se
escapan de tus manos, las que no controlas, porque tengo que admitir que me
gusta tener bien atado lo que suceda a mi alrededor, esas situaciones que son
nuevas, y si no es así, es justo en ese momento cuando aparece mi miedo.
Cuando decidí emprender este viaje por ponerle
nombre, lo hice confiada, pero sobre todo lo que me movía era el final, y justo
ahora que estoy llegando pierdo la confianza en mí misma. ¡Qué difícil es
amigos!!!!